Una tarde, al regreso de la escuela encontré que la puerta de mi cuarto estaba cerrada, había un extraño resplandor alrededor de ella. A pesar de todo la abrí, di un paso y caí en un tobogán que me llevó a un cuarto lleno de zapatos de muchos colores, formas y tamaños. Caminé y me topé con un espejo que me dijo: “Esto sólo pasa una vez, cada diez años y siempre es en diferentes lugares. Sólo puedes elegir un par de zapatos. Hazlo y tómate tu tiempo...” El espejo desapareció antes de que le pudiera decir algo. Así que miré a todos los zapatos y vi un par de tenis negros decorados con brillos y cordones rosas. Me acerqué, los tomé y al hacerlo, otra vez caí en un tobogán que ahora me llevó a mi cuarto. Volteé hacia mi cama y ahí estaban los tenis.
martes, 3 de junio de 2008
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1 comentario:
Comenta MMAD.
Estoy segura que en 10 años en lugar de tenis pedirás zapatillas.
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